¡Qué bueno es reírse de uno mismo! Genera en ocasiones una risa contagiosa. Eso fue lo que pasó en esta sesión.
Tuvimos que visionar todo el material grabado para la entrevista del invitado especial que nos visitó recientementen en el taller. Pues bien, tanto la presentadora como la entrevistadora estaban atentas para mirar lo bien que había salido el trabajo pero se olvidaron de pequeños errores que también fueron grabados. Miradas insistentes y pequeños olvidos fueron los principales puntos que causaron risas y risas.
Por eso decimos que es bueno reírse de uno mismo porque así aceptamos que todos cometemos errores y eso nos ayuda a aprender. Eso sí, no solo las chicas que estaban delante de la cámara se equivocaron, los que estábamos detrás de las cámaras también nos tocó el turno de los errores jejeje.